Escribí «Memento Mori» en un momento en el que la rutina me parecía asfixiante
Escribí este relato en un momento en el que la rutina me parecía asfixiante. Me di cuenta de que, aunque pasaba por el mismo sitio cada mañana, nunca me había detenido a mirar de cerca. La idea me vino al reflexionar sobre esos lugares anónimos y sus habitantes, que esconden universos fascinantes justo delante de nuestras narices. Fue una manera de recordarme que siempre hay algo nuevo que descubrir, incluso en lo más cotidiano.
«Memento Mori» es una exploración de la dualidad humana y la obsesión por el conocimiento.
«Memento Mori» es una exploración de la dualidad humana y la obsesión por el conocimiento. A través de la figura enigmática de un quiosquero, el relato aborda cómo la curiosidad sin límites puede coexistir con lo más mundano, y cómo la erudición no siempre se encuentra en los lugares o personas que esperamos. Se pregunta si realmente existen compartimentos estancos en el intelecto o si, por el contrario, lo «sublime» y lo «sórdido» son simplemente caras de la misma moneda.
Lee un Fragmento de «Memento Mori»
Este fragmento captura la esencia de la aparente contradicción del quiosquero.
Hacía más de una década que, a las 8:30 de cada mañana, camino de mi trabajo, pasaba por delante de una pequeña papelería. Situada en el pequeño callejón bajo las vías del tren que daba acceso al apeadero de mi barrio, estaba atestada de publicaciones y siempre parecía muy animada.
El quiosco era un local de dimensiones más que reducidas, en el que parecía casi imposible que tuviera cabida semejante cantidad de género. Libros, revistas, coleccionables, promociones, discos, películas, menaje de cocina, edredones, ollas rápidas, muñecos, juguetes y la más inimaginable variedad de cachivaches abarrotaban el establecimiento.
El callejón era muy transitado a esas horas de la mañana. Riadas de trabajadores, de estudiantes, de amas de casa, de niños y de jubilados pasaban a la carrera ante la papelería. El escaparate era diminuto, en realidad era una ventana abierta a la calle. En el alféizar los periódicos de mayor tirada esperaban a sus lectores. Entre la ventana y la puerta, en un expositor colgado en la pared, destacaban los semanarios más populares del motor, de viajes y del corazón. Era también fácil encontrar publicaciones de temática cuando menos sorprendente. El Pensador, Anatema, Cacumen, Leviathán y El Libertario, eran tochos dedicados a la filosofía, el pensamiento y la opinión más o menos izquierdista, si no revolucionaria. Siempre me había resultado curiosa la amable convivencia, en esa pequeña vitrina, entre lo profundo y lo más trivial. Me hubiera gustado conocer la verdadera razón por la que el quiosquero cedía un lugar tan relevante a publicaciones con menos público que otras que relegaba al interior.
El local apenas contaba con una superficie de diecisiete metros cuadrados, y las repisas y los expositores atestados se elevaban hasta el techo. Sobre una bancada corrida que circundaba el perímetro de la tienda esperaba a sus clientes la prensa diaria. El tamaño de la pila asignada a cada mancheta descubría los medios dominantes y desvelaba el perfil sociológico del barrio.
"MEMENTO MORI" Relato incluído en el libro LA INCOMPATIBILIDAD DE LAS COSAS de Oriol Villar-Pool
Al escribir, quería desafiar la noción de que el conocimiento debe ser encasillado
Al escribir, quería desafiar la noción de que el conocimiento debe ser encasillado. El quiosquero es un personaje que rechaza esa idea, y su «archivo mental» caótico pero funcional es una metáfora de cómo el aprendizaje real no sigue una lógica lineal. La referencia a la música sacra y el cine gonzo no es casual; busca poner de manifiesto que un verdadero experto es aquel que trasciende las etiquetas y las convenciones, encontrando valor y fascinación en campos aparentemente opuestos.
Este es solo un vistazo a «La incompatibilidad de las cosas»
Este es solo un vistazo a «La incompatibilidad de las cosas». El relato completo está en el libro, junto a otros 12 que exploran tensiones similares, como la de lo «sublime y lo sórdido», desde distintos ángulos. Si te preguntas cómo un quiosquero con cero ego y un gusto exquisito por lo inusual se convirtió en una eminencia en diversos campos, no puedes perderte este relato.
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© «Memento Mori: La curiosidad es la mejor de las herramientas.» es un artículo de Oriol Villar-Pool

